viernes, 28 de noviembre de 2014

Piero Sraffa

Piero Sraffa (1898-1983) fue un economista italiano nacido en Turín, reconocido por ser el líder intelectual de lo que se conoce como sraffianos, o también por algunos como escuela neo-ricardiana de Economía, quizás de forma incorrecta, pues no toman la teoría de valor trabajo en sus consideraciones, y en donde encontramos importantes economistas como Alessandro Roncaglia, Pierangelo Garegnani, Luigi Pasinneti, John Eatwell y Heinz Kurz.

Piero Sraffa estudió en su ciudad natal y se graduó en la universidad local con un trabajo sobre la inflación en Italia durante y después de la Primera Guerra Mundial bajo la tutorización de Luigi Einaudi, uno de los economistas más importantes de Italia y más tarde presidente de la República Italiana. Entre 1921 y 1922 estudió en la London School of Economics. En el verano de 1921, en Cambridge, conoció a Keynes, quien le pidió que escribiera un artículo sobre el sistema bancario italiano para el suplemento de economía del periódico Manchester Guardian (hoy The Guardian). Keynes apreció hasta tal punto el nivel científico del artículo que decidió publicarlo directamente en el Economic Journal, la principal revista inglesa de economía política, con el título “La crisis bancaria en Italia”. Keynes también confió a Sraffa la edición italiana de su tratado sobre la Reforma Monetaria. Por las mismas fechas regresa a su país, donde fue nombrado director de la oficina provincial del trabajo de Milán y, acicateado de nuevo por Keynes, redacta algunos trabajos donde da razón de ciertas actividades misteriosas de los grupos financieros italianos, al tiempo que denuncia corruptelas varias. Esos artículos provocarán una reacción irritada y amenazadora de Mussolini. Luego fue nombrado profesor de economía política en Perugia y posteriormente en 1926, catedrático de economía política en Cagliari. En este período, Sraffa se declaró marxista radical y entabló una gran amistad con Antonio Gramsci, Secretario General del Partido Comunista Italiano quien desde  el 8 de noviembre de 1926 que fuese arrestado en Roma permanecerá detenido, encarcelado o confinado hasta su muerte (1937), y Sraffa será a lo largo de todos estos años su principal ángel guardián, protector cultural y confidente privado.

Con la memoria titulada “Relaciones entre precios y cantidad producida”, de 1925, empredió la revisión de la teoría de los precios, pero aun en un marco marginalista. Edgeworth, que junto con Keynes dirigía el Economic Journal, pidió a Sraffa un artículo sobre el mismo tema, que fue publicado en 1926 con el título: "The laws of returns under competitive conditions". El economista italiano Pierangelo Garegnani plantea una ruptura total con la teoría neoclásica posterior a dicha publicación, otoño 1927, y los primeros borradores de Producción de Mercancías. Incluso se ve con unas "ecuaciones" que recuerdan producción sin excedente, y un desarrollo incipiente de la Teoría del Valor y la Distribución Clásicas, radicalmente opuesta a la marginalista.
En 1927, John Maynard Keynes, convencido del valor de Sraffa y preocupado por los riesgos que corría con la dictadura fascista a causa de su amistad con Gramsci, lo invitó a la Universidad de Cambridge donde consiguió que le dieran un cargo de docente y posteriormente un puesto de bibliotecarioEn Cambridge frecuentó a Ludwig Wittgenstein y a Frank Ramsey, con los que discutió las teorías económicas de Keynes y de Friedrich Hayek. En esas conversaciones Sraffa se reveló como un pensador y lógico profundo. De acuerdo a Wittgenstein fue sobre todo la aguda y fuerte crítica de Sraffa que lo forzó a abandonar sus visiones originales y a embarcarse en nuevas rutas. Wittgenstein agrega que sus discusiones con Sraffa lo hicieron sentirse “como un árbol del cual todas las ramas han sido podadas”. Más adelante se dedicó durante décadas con gran empeño al estudio de la vida y de las obras de David Ricardo, labores que lo llevaron a publicar una edición crítica muy importante. 

Con su obra Producción de mercancías por medio de mercancías. Preludio a una crítica de la teoría económica (1960) se propuso sentar las bases teóricas para una crítica de la escuela económica predominante en su época, y triunfante hoy en día, la escuela marginalista o neoclásica. En particular, la técnica de Sraffa de la agregación de capital con la reducción de una mercancía a unidades de trabajo fechado dio lugar a un debate académico famoso conocido como la controversia del capital de Cambridge. El libro de Piero Sraffa, resultado de más de treinta años de reflexión, apenas consta de 95 páginas, en las cuales cita a siete autores, Alfred Marshall, Philip Wicksteed, Quesnay, Smith, Ricardo, Torrens y Marx, y donde no daba las gracias a ningún economista vivo, solo a tres matemáticos. El objetivo de Sraffa era el de rehabilitar la Economía Clásica, enfocándose en las relaciones input-output y destacando la producción y distribución del excedente físico de los productos necesarios a partir de los inputs necesarios para producirlos, desde una óptica ricardiana. Su sistema de ecuaciones exponía las relaciones que debían mantener los precios de las mercancías, la tasa de salarios y la tasa de beneficio en una economía capitalista competitiva, con la particularidad de la adopción de rendimientos constantes en todas las industrias, articulando una teoría del valor y la distribución sin referencias a la productividad marginal o al equilibrio entre la oferta a la demanda, en un sistema en “estado de autoreproducción”.  Sraffa elaboró un modelo lineal de producción en el que es posible determinar la estructura de los precios relativos y una de las dos variables distributivas (la tasa de ganancias o de salarios), dada exógenamente la otra variable y la tecnología, representada por las cantidades físicas de los bienes individuales necesarios para producir las diversas mercancías con los productos relativos. Mostrando así, como se distribuye el excedente físico, por el mecanismo de los precios de producción.  Aunque Sraffa analizó ambos casos (fijación exógena de la tasa de salarios y de la tasa uniforme de ganancias), parece inclinarse por la segunda alternativa, puesto que señala incidentalmente que cuando se abandona la hipótesis clásica del salario anclado en niveles de subsistencia y se asume que el salario está dado en términos de una unidad de medida más o menos abstracta, sólo es posible determinarlo cuando se establezcan los precios de las mercancías. Esto abre la alternativa para una síntesis con el pensamiento Keynesiano, por dos vías. Por un lado, determinando la tasa de beneficio por la tasa de interés de un sistema bancario Keynesiano. La otra, determinando el nivel de producción o actividad mediante la Demanda Agregada Keynesiana. Sin embargo, los economistas discrepan sobre si la obra de Sraffa refuta la economía neoclásica. 

Muchos economistas postkeynesianos utilizan la crítica de Sraffa como justificación para abandonar el análisis neoclásico y explorar otros modelos de comportamiento económico. Otros ven su trabajo como compatible con la economía neoclásica, como se desarrolla en los modelos de equilibrio general modernos, o como no puede determinar una posición a largo plazo, al igual que el enfoque walrasiano, pese a que su análisis parte de una base clásica y no marginalista, con la que Sraffa fue muy crítico, y por lo que es hoy en día habitual encontrar a los descendientes intelectuales de la obra del economista italiano en una escuela independiente de la postkeynesiana, que algunos llaman, como se mencionó al principio de este texto, neo-ricardianos, o más correctamente, sraffianos.


Algunos trabajos que tratan las aportaciones de Sraffa:
Neoclásica” Cuadernos de Economía.

Libro completo “Descifrando a Sraffa” de Antonio Mora Plaza.
Libro completo (en inglés) “Piero Sraffa” de Alessandro Roncaglia.
Libro completo (en inglés) “Piero Sraffa’s Political Economy” Terencio Cozzi y Roberto Marchionatti (eds.)

1 comentario:

Alejandro Fiorito dijo...

Muy buena la iniciativa!

Un comentario al nombre "neo-ricardianos". En realidad no es correcto, y surge de un mote puesto por un economista neo-marxista, Rowthorn a los autores sraffianos, que a partir de Sraffa, toman un sistema de precios de produccion y no en valor como Ricardo. De hecho dos autores en toda la historia de la economia toman el valor trabajo para sus consideraciones: Ricardo y Shaikh. Los sraffianos no, de hecho muchos provienen del marxismo.
Otro comentario al tema de confundir a Sraffa con sistemas de equilibrio general, sencillamente no tienen nada que ver sus nucleos hipoteticos: uno es el clasico y el otro es marginalista. Puede verse mas claro aca: http://circusrevista.com.ar/wp-content/uploads/garegnanitraduccion1-37.pdf

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