lunes, 24 de noviembre de 2014

John Maynard Keynes

John Maynard Keynes (1883-1946) fue un economista británico, considerado como uno de los más influyentes del siglo XX. Además, fue un personaje muy polifacético, desempeñando múltiples cargos. Fue profesor en la Universidad de Cambridge desde 1908, editor del Economic Journal desde 1912, secretario de la Royal Economic Society, alto funcionario de la Administración británica a partir de 1916, comenzó a trabajar como consejero del Ministerio de Hacienda británico y entre sus responsabilidades se encontraba el diseño de los contratos crediticios entre Gran Bretaña y sus aliados continentales durante la guerra, y los sistemas de adquisiciones exteriores. En 1919, tras finalizar la primera guerra mundial formó parte de la delegación británica en la Conferencia de Paz de París, puesto del que dimitió ese mismo año por estar disconforme con el régimen abusivo de indemnizaciones y reparaciones que se imponían a Alemania. Sobre este tema escribió, en 1919 el libro “Las consecuencias económicas de la paz, en el que anunciaba las implicaciones y consecuencias de las condiciones económicas impuestas a Alemania en el Tratado de Versalles. Trabajó también en el sector empresarial, en la dirección de inversiones de una compañía de seguros, y de asesor financiero del King's College, del Banco de Inglaterra y del propio gobierno británico. Dentro también del mundo de la economía fue gran aficionado a la historia económica y biógrafo de grandes economistas. Fuera del mundo económico, durante sus estudios en la Universidad de Cambridge se interesó por las matemáticas, estadística, filosofía, literatura y solo finalmente por la economía. Fue también directo y principal accionista del Teatro de las Artes de Cambridge y mecenas del grupo de Bloomsbury, coleccionista de pintura moderna y bibliófilo de literatura científica.

Keynes había completado su “Tratado sobre Probabilidad” antes de la guerra, pero lo publicó en 1921, donde sostiene que no se pueden asignar ratios de probabilidad objetiva a ninguna consecuencia futura, siendo contrario a cualquier hipótesis de expectativas racionales o probabilidad objetiva de quienes creen que el pasado da una estadística fiable. En 1922 Keynes continuó abogando por la reducción de las reparaciones alemanas y con una revisión del Tratado atacó las políticas de deflación de la Primera Guerra Mundial, con el argumento de que los países deberían apuntar a la estabilidad de los precios internos y evitar la deflación, aun a costa de permitir que su moneda se depreciase. El Tesoro y el Banco de Inglaterra estaban todavía en favor del patrón oro y en 1925 fueron capaces de convencer al entonces Canciller Winston Churchill para restablecerlo, lo que tuvo un efecto depresivo sobre la industria británica. Keynes respondió escribiendo “Las consecuencias económicas de Mr. Churchill” y siguió argumentando contra el patrón oro hasta que Gran Bretaña finalmente lo abandonó en 1931.
En la década de 1930, tras la publicación de su “Tratado del dinero”, Keynes formó el Cambridge Circus, que se trataba de un grupo de jóvenes economistas de Cambridge estrechamente asociado a él que se reunían para leer y discutir el Tratado y proporcionar información a su obra. El grupo estaba formado por Richard Kahn, James Meade, Joan Robinson, Austin Robinson y Piero Sraffa. Keynes encabezó una revolución en el pensamiento económico que tomó forma en 1936 en su “Teoría General  de la ocupación, el interés y el dinero”, volcando las viejas ideas de la economía neoclásica que sostenían que los mercados libres, en el corto y mediano plazo, proporcionar automáticamente el pleno empleo, siempre y cuando los trabajadores fueran flexibles en sus demandas salariales. Keynes argumentó que la demanda agregada es la variable que determina el nivel general de la actividad económica y que una insuficiente demanda agregada podría dar lugar a prolongados períodos de alto desempleo. De acuerdo con la economía keynesiana, la intervención del Estado era necesaria para moderar el auge y la caída de los ciclos de la actividad económica. Abogó por el uso de medidas fiscales y monetarias para mitigar los efectos adversos de las recesiones y depresiones económicas. A finales de los años 1930 y 1940, economistas como John Hicks, Franco Modigliani, y Paul Samuelson intentaron interpretar y formalizar los escritos de Keynes en términos de modelos matemáticos formales, desarrollando el famoso modelo IS-LM. En un proceso denominado "la síntesis neoclásica", combinaron el análisis keynesiano con la Economía Neoclásica para producir la corriente Neokeynesiana de economía, que llegó a dominar la corriente principal del pensamiento macroeconómico hasta la década de los 70, y que Joan Robinson denominó “Keynesianismo bastardo”, por tratarse de una desviación de los elementos centrales de la obra de Keynes para ajustarlos a la teoría marginalista, desactivando así la revolución que debía suponer. Esta revolución continuó tomando forma a través de sus más allegados colaboradores con una teoría coherente a la luz de las ideas de Keynes, conformándose en la década de 1970 en la Escuela Postkeynesiana, una escuela diferenciada de la corriente Neokeynesiana y de la Nueva Economía Keynesiana surgida por entonces.

En 1942 Keynes era ya un economista ampliamente reconocido, hecho evidenciado en su admisión en la Cámara de los Lores con el título de Baron Keynes de Tilton en el Condado de Sussex, ubicándose en la bancada del Partido Liberal. Durante la Segunda Guerra Mundial Keynes también estuvo muy involucrado en las negociaciones que establecieron el sistema Bretton Woods, en su papel de líder de la delegación británica y presidente de la comisión del Banco Mundial. El plan de Keynes, referente a una Unión Internacional de Compensación propuesta para un sistema de administración de divisas, involucraba un banco central mundial, el Bancor, que sería responsable de una unidad mundial única de cambio. Sin embargo, el peso de los EE.UU. en las negociaciones fue determinante para que el resultado final estuviera más acorde a los planes de Harry Dexter White. El 21 de abril de 1946 Keynes murió a causa de un infarto.

Tras esta breve introducción con la biografía y obra de Keynes, lo que en este blog nos interesa es dar a ver la reinterpretación postkeynesiana de sus ideas, gracias a los exponentes de la «nueva escuela de Cambridge» que ya hemos mencionado antes, como Richard Kahn, Nicholas Kaldor y Joan Robinson; y algunos economistas americanos como Sidney Weintraub (1914-1983), Hyman Minsky (1920-1996) y Jan Kregel (n. 1944), y que para ello tomaremos lo expuesto por el economista italiano Alessandro Roncaglia en su libro "La riqueza de las ideas: una historia del pensamiento económico". Estos economistas sostienen que el esquema IS-LM utilizado por los economistas de la síntesis neoclásica relega a un papel secundario una característica central de la concepción que Keynes tenía de la economía, la incertidumbre, la cual domina las decisiones de los agentes económicos. En el caso de la función de inversión, son más determinantes las expectativas de los empresarios sobre el rendimiento de los distintos proyectos de inversión que el tipo de interés. Estas expectativas son consideradas volátiles por Keynes, dado que cambian repentinamente todo el tiempo dependiendo del clima político y de las condiciones económicas generales, entre otras causas. En el caso de la demanda de dinero,  Keynes consideraba que las expectativas sobre el futuro eran esenciales para determinar la demanda especulativa de dinero. Además, esta última se consideraba como el principal componente de la demanda de dinero (tanto por sus dimensiones como por su inestabilidad), puesto que está conectada con la elección, continuamente revisada por los agentes económicos, de la forma en la que mantener el stock de riqueza acumulada, mientras que la demanda de dinero por el motivo transacción está relacionada con el flujo de renta.
Frente a la relevancia de la incertidumbre, a la volatilidad de las expectativas y a la consiguiente variabilidad de las relaciones que ligan las inversiones y la demanda especulativa de dinero con el tipo de interés, los economistas poskeynesianos consideran engañosa la representación de los mercados en equilibrio tanto para los bienes como para el dinero, que se basan en funciones de demanda y oferta bien definidas y suficientemente estables, como es la concepción que subyace al esquema IS-LM.
En lugar del equilibrio simultáneo de los diversos mercados, típico del enfoque marginalista y adoptado en el esquema IS-LM, los economistas poskeynesianos proponen una caracterización del sistema económico basada en una secuencia de relaciones de causa y efecto: la demanda especulativa de dinero afecta al tipo de interés; éste, a su vez, junto con las expectativas, afecta al nivel de inversión; a su vez, la inversión, a través del multiplicador, determina la renta y el empleo. Por lo tanto, se destaca la influencia ejercida por los mercados monetarios y financieros sobre la renta y el empleo, en oposición a la tesis de la neutralidad del dinero aceptada en la tradición clásica y marginalista. Además, diversos economistas poskeynesianos sostienen que la oferta de dinero es endógena: esto es, la cantidad de dinero (en particular el dinero bancario) en circulación no está rígidamente controlada por las autoridades monetarias, sino que depende, por lo menos en parte, de las decisiones de los demás agentes.


Algunos trabajos que tratan las aportaciones de Keynes:

- (Inglés) "Dow, S. (2013) Endogenising uncertainty" Annual Plenary Conference of INET,
- (Inglés) "Mitchell, J. (2014) Money in the Economy: A post-keynesian perspective" apuntes.
- (Inglés) "Davidson, P. (1991) Is Probability Theory Relevant for Uncertainty? A Post Keynesian Perspective" The Journal of Economic Perspectives.
- "Hernández, J. & Tortorella, G. (2014) Incertidumbre, ciclo económico y crisis según el enfoque continuista de pensamiento keynesiano" XI Congreso Internacional de la AEHE.
"Caraballo, M. A.; Galindo, M. & Usabiaga, C. (2000) La relación entre la nueva economía keynesiana y la economía postkeynesiana: una interpretación" Boletín Económico de ICE.
"Ros, J. (2012) La Teoría General de Keynes y la macroeconomía moderna" Revista Investigación Económica. 
- "Dejuán, O. (2003) La política monetaria del dinero endógeno" Revista UCM Economía.

Libro completo (en inglés) "Post Keynesian Econometrics, Microeconomics and the Theory of the Firm" The Postkeynesian Economics Study Group, Cambridge.


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